Transparencias


Para el día de hoy (09/05/09):

Evangelio según San Juan, 14, 7-14

(Con Felipe, muchos nos preguntamos: ¿Cómo es ese Dios escondido del que nos habla Jesús?
¡Muéstranos al Padre y eso nos basta!

Puede ser que estemos, junto a Felipe, mirando sin ver.

Porque entre el Padre y Jesús hay una comunión tan profunda, íntima, personal y total, que quien vé al Hijo vé al Padre.
El Maestro ha revelado esta transparencia a través de sus palabras, sus gestos, sus obras.

Y no se queda allí: -...Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre...-

Porque creer en Jesús es creer que su obrar proviene del Padre.
Y no es cosa de adhesión o puro asentimiento racional.

Creer en Jesús es obrar como Él lo hizo, y más todavía.
Es volverse transparente para que viéndonos, el hermano vea el infinito amor que el Padre Dios nos tiene.

-Se cree en Jesús conociendo al prójimo/proximo y al lejano por su nombre, re-conociendo su identidad propia y única, considerándolo verdaderamente nuestro hermano, tratándolo como a un amigo, desvelándose frente a su necesidad.-

Aún a riesgo de volvernos peligrosos en un mundo en donde la mayoría de las cosas se realizan con un interés predeterminado.

Peligrosos para mayor gloria de Dios)

Paz y Bien



2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Así lo creo yo también. Creer en JESÚS es creer en el PADRE, porque ÉL y el PADRE son una misma cosa. También, el ESPÍRITU, que actúa en el HIJO y en María, y que se queda para continuar la labor del HIJO, a través de su Iglesia, está en el mismo plano del PADRE y el HIJO. Es el misterio Trinitario que ha separado a muchos hermanos del tronco de Pedro, y de la obediencia a la Catedra de Roma.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Es cierto, Salvador; igualmente, confiemos en que el Espíritu del Resucitado nos ilumine y guíe para volver a ser la gran familia que Él quiere, unidos en Él y por Él junto a todos los hermanos con los que profesamos seguir sus pasos. Un abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

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