El corazón de Marta


Para el día de hoy (29/07/09):

Evangelio según San Juan 11, 19-27

(Dice la Palabra que muchas personas habían ido a consolar a Marta y a María por la muerte de su hermano -en otros Evangelios se nos revelará el nombre de este hermano muerto, que era un gran amigo del Señor: Lázaro-.
Y Marta, al enterarse de que Jesús llegaba, no puede contenerse y sale a encontrarlo.

La fé de esta mujer resplandece en la oscuridad de los tiempos.

Sumida su alma en la tristeza, no abdica en su confianza en el Maestro porque tiene la certeza que por más profundo que sea el dolor, por más inalterable que parezca la muerte... si el Señor se hace presente, desaparecen los imposibles.

Pedro lo confesará abiertamente y sin ambages en Cesarea.
María de Magdala será testigo de su Resurrección, y lo llamará Señor y Maestro, segura y emocionada.
Tomás, testarudamente fiel, exclamará ¡Señor mío y Dios mío!

Y Marta, en su enorme corazón, lo reconoce y declara de manera contundente: -Si, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo-

Y nosotros, globalizados e impersonales seres del siglo XXI, emulando al Bautista ¿somos dignos de desatar las sandalias de Marta?...

El Señor siempre está viniendo para quedarse: habrá que evitar contenerse, desatarse los nudos del absurdo y la mezquindad y salir a encontrarlo.
No hay dolor que prevalezca, ni la muerte tiene la última palabra si Él está presente.

Entonces sí, brotará espontáneamente nuestra profesión de fé, que será expresada en palabras pero mucho más en el testimonio cotidiano: Jesús es nuestro Salvador.

No importan tanto cargos, funciones, rótulos, género ni jerarquías: ante todo, como Marta, lo importante y decisivo, la luz que resplandece en las tinieblas del mundo es un corazón profundamente unido a Cristo en el sendero de la fé hecha Vida.)

Paz y Bien

4 comentarios:

Francisco Cavada dijo...

Saludos:

La verdad, lo que nos plantea este Evangelio es muy profundo, porque es lo que debe llenar cada una de nuestras vidas. Y tú lo has plasmado de manera genial, felicitaciones.

Que lindo sería todo, si las personas vivieran con una fe real cada día de sus vidas. Pero el ser humano es libre.

Bendiciones para ti y los tuyos.

Fray Marcos dijo...

Ojlá lleguemos a tener tanta Fe como los que nombrás...por otro lado algo que me impactó siempre era la falta de Fe personas cercanas al Maestro...

Un abrazo. Paz y bien.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Francisco Javier, el Padre Dios no se conformó con darnos la vida, sino también nos ha regalado la libertad...hasta la libertad de perdernos; aún así nos busca sin descanso, inclusive cuando a menudo le demos la espalda. La bendición y la alegría del Espíritu del Resucitado para tí y los tuyos, y un enorme agradecimiento por tus palabras de éste que escribe, hermano y amigo tuyo. Paz y Bien. Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Sí, Marcos, tal cual! Me ha pasado a menudo lo mismo, me impacta más los que lo negaron aún cuando lo trataban a diario, que las expresiones profundas y sencillas de otros (y allí me estoy equivocando fiero tal vez). Abrazo grande. Paz y Bien. Ricardo

Publicar un comentario

ir arriba