Humus


Para el día de hoy (24/07/09):

Evangelio según San Mateo 13, 18-23

(Nuestro queridísimo Atahualpa Yupanqui a menudo solía reflexionar acerca de una antigua sentencia del amauta kolla Choquehuanca -Runa allpakamasca- o -El hombre es tierra que anda...-

Tenemos un origen de barro, y un destino celeste.
Hemos sido moldeados desde el barro con manos de ternura por el Creador, Padre incansable que nos ha regalado la Vida.

Y en este sino terrero, nos hemos olvidado de dónde provenimos.

Hemos descuidado, ignorado, agredido y maltratado a esta tierra que nos prohijó y a la que volverán nuestros huesos cuando partamos a la Casa Grande que nos ha prometido Jesús.
Hemos descuidado a la Pachamama, a Gaia, a la Madre Tierra, que es hija también de nuestro Padre Bueno, Creador y Señor del Universo.

Siendo tierra que anda, hemos de cuidarnos como recipientes de esa semilla de Vida que es la Palabra de Dios, que quiere germinar y dar frutos en nosotros.

Habrá que ver en donde cae la semilla.
No vaya a ser que caiga a un costado, se nos pierda en el camino, venga el Enemigo y la arrebate.

Habrá que cuidar que no tengamos piedras mezcladas en medio de nuestro humus fértil.
No vaya a ser que la semilla sea recibida con alegría, pero ante la menor tribulación o ante las persecuciones se nos pierda y no germine.

Habrá que cuidar que en nuestro surco no florezcan los yuyos malos y las cizañas espinosas del mundo y las riquezas.
No vaya a ser que la semilla se ahogue y perezca -sería mejor que ni siquiera caiga, quizás en este caso-

Habrá que cuidar que nuestra tierra esté limpia de piedras y espinas, y sea receptiva por lo fértil.

Ahí sí.

La semilla habrá de germinar, dando múltiples e incontables frutos que se convertirán en pan para el hermano sometido por el hambre, pan de Vida para las almas hambrientas.

Amén)

Paz y Bien


4 comentarios:

Angelo dijo...

Y habrá que cuidar que el hombre hecho de barro no se rompa. Preciosa meditación. Un saludo.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Buena reflexión que ayuda a crecer y a madurar en lo verdaderamente importante: "Nuestro destino", porque al margen de tantas frivolidades y medios que son parte en nuestro camino, lo verdaderamente importante es saber que nos espera al final del camino.
Todo lo demás son migajas y adornos que nos son necesarios, pero ahí deben quedarse; lo que trasciende e importa es el resultado final. Y eso es lo que nos debe preocupar: ¿dónde está mi semilla?; ¿en qué lugar ha caído?; ¿está lo suficientemente cultivada para que germine?; ¿me adhiero al Labrador para dar frutos?
Nada tiene sentido sí al final del camino todo lo he perdido, y todo se quema como basura que existió pero perdió su verdadero tesoro: "El fruto de la vida eterna".
Un abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Exacto, Ángel! Hay que cuidar y cuidarnos... y se empieza por darnos cuenta que por más poderosos y fuertes que aparentemos ser, somos criaturas frágiles que se sostienen en manos del Hacedor. Un abrazo fraterno. Paz y Bien. Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Salvador, te confieso que a diario debo -en la medida de mis torpezas y limitaciones- reflexionar y orar para saber discernir lo principal de lo accesorio, de lo fútil, de lo que perece. Gracias, mi hermano, por tu apoyo fraterno constante. Un gran abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

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