Los frutos del hoy, la cosecha del mañana

Para el día de hoy (30/07/09):

Evangelio según San Mateo 13, 47-53

(La Salvación es un hoy permamente.
No se trata de pensar sólo que Jesús nos ha salvado con su Pasión y su Resurrección, ni tampoco que sólo luego del paso por esta tierra se pondrá en una balanza celestial lo vivido, y de acuerdo a ello -y a donde se inclinen los platos- obtendremos visa para el cielo o para el infierno.

La Salvación sucede hoy, aquí y ahora.
Somos -hasta el que parece más fuerte y poderoso- seres extremadamente frágiles y dependientes de esa Vida que se nos dá constante y gratuitamente, la Gracia.

Pero está en nosotros rendir frutos; no hay coacción ni amenazas, el Maestro nos invita a regresar al lugar de donde nunca deberíamos haber partido, los brazos de su Padre que es el nuestro.

Hoy somos buenos... Jesús seguramente no mira tanto nuestras miserias del ayer sino nuestros corazones arrepentidos del hoy que se transforman en anticipación del Reino de los Cielos en el que hay lugar para todos.

Y entonces, cuando terminen estos tiempos y dé comienzo la vida definitiva, será como nos enseña el Maestro: en esa amplia red de pescadores se colectará todo, pero necesariamente se separará lo bueno de lo malo, y esa decisión es totalmente nuestr, personal.

A no equivocarse: todos, sin distinción de clase, género, raza, estamos llamados a la Salvación y personalmente decidimos el lugar en que quedaremos cuando esa red pase y levante la cosecha del mar de la humanidad a través de la historia.

-Cómo será de misericordioso el Padre, que hasta nos dá tiempo: ese hoy de la conversión hacia Él, que significa a la vez converger en comunión hacia el hermano, se prolonga hasta el último instante-

Hasta los sabios, los estudiosos, nosotros mismos que cargamos un amplio bagaje de conocimientos, debemos imitar a ese Cristo sentado a orillas del mar, y separar de nuestra red interior lo que sirve y lo que ocupa lugar inútil, lo bueno y lo malo, lo viejo y lo nuevo.

Es tarea para ahora mismo)

Paz y Bien




2 comentarios:

Fray Marcos dijo...

Una vez lei una frase que decía :"Si Dios no se hubiese hecho hombre, ¿como nos entendería? Si Jesús no fuese Dios, ¿cómo nos salvaría?"

Un abrazo. Paz y bien.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias Marcos por tus palabras, suele pasarnos de perder el equilibrio y que lo veamos absolutamente celestial, abstracto, desencarnado o bien, demasiado demasiado terreno (y perdón por la demora en responderte, ando con algún que otro problema familiar). Abrazo grande. Paz y Bien. Ricardo

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