Jesús, presencia y presente


Para el día de hoy (31/08/09):
Evangelio según San Lucas 4, 16-30

(El Señor estuvo, está y estará siempre con nosotros.
Su presencia constante ha quedado sellada en su Pasión y Resurrección, muriendo en una cruz para quedarse definitivamente.

Esa presencia en nosotros es también un presente, un hoy, un ahora.
Si bien existió un tiempo histórico por el que Jesús caminó y enseñó, su Palabra es Vida y está viva.

Ese presente nos compromete sin exigencias, sin coacciones.
Hoy, ahora mismo, Él y nosotros somos enviados a llevar la Buena Noticia a los pobres.
Hoy, ahora mismo, Él y nosotros somos enviados a anunciar la liberación a los cautivos.
Hoy, ahora mismo, Él y nosotros somos enviados a anunciar que los ciegos recuperan la vista.
Hoy, ahora mismo, Él y nosotros somos enviados a dar la libertad a los oprimidos.
Hoy, ahora mismo, Él y nosotros somos enviados a proclamar el año de Gracia del Señor, un año infinito e ilimitado, tan inmenso como su misericordia.

No hay en este compromiso de amor medias tintas ni figuras retóricas.
Hablamos de los pobres, de los ciegos, de los oprimidos, de los cautivos, de una humanidad que languidece atrapada en su propio egoísmo, ahora, en este preciso instante.

Él vá con nosotros, y más aún... ¡Él cree en nosotros!
¿Necesitamos algo más?)

Paz y Bien

Pureza y tragedias

Para el día de hoy (30/08/09):
Evangelio según San Marcos 7, 1-8.14-15.21-23

(Con ojos evangélicos de niño y desde la Palabra de hoy, es dable afirmar que todas las tragedias humanas -históricas y personales- tienen una misma raíz: el corazón humano, el alma de mujeres y hombres.
No se trata, claro está, de desmerecer o minusvalorar los esfuerzos de diversas disciplinas como la historia, la sociología, los análisis ideológicos, etc., ni de equipararse a ellos.
Se trata de entender qué es lo que sucede desde la mirada de Jesús.

Quizás tenga naturaleza raigal el egoísmo, esto es, darle la primacía al interés personal hasta hacerlo absoluto, sin espacio para el otro, sin lugar para Dios.

Quizás haya que mirar los conflictos y las tragedias humanas desde allí: cuando mi vida es más importante que la del otro, cuando quiero lo que el otro posee, cuando primero y ante todo yo... Empiezan los problemas.

Y en este horroroso devenir mezquino, entran en juego dos factores intrínsecamente asociados: la re-presentación y la deificación de cuestiones netamente humanas.

Porque vivimos -hoy más que nunca principalmente por la acción desenfrenada de los medios- en culturas que hacen ostentación de lo que se re-presenta más no de lo que se presenta: parece un tonto juego de palabras, mas se trata del reinado de lo aparente por sobre la verdad del ser; una simple comparación la podríamos encontrar en la medicina si ésta se asentara únicamente en los síntomas y no en la raíz de las patologías.
Haciendo decisorios los gestos vacíos de contenido, hemos relegado la vida a la pura exterioridad, que todo lo esconde. Valen más las máscaras que los rostros auténticos.

Y hablábamos de ciertas deificaciones: se trata de adjudicarle carácter divino a determinados imperialismos espirituales. Y no encuentro otro término más certero... Intentar sujeccionar y someter miles de almas por determinadas reglas, leyes y normativas a las que le adjudicamos torpemente caracter divino -no obstante tienen su importancia pues somos limitados seres que necesitan normas para convivir-, cuando Dios es Amor, y el Maestro nos lo dice claramente: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo es la única Ley.

En estas trampas espirituales, siempre ha existido un reduccionismo falaz -utilizado como método de dominio por numerosos personajes-: resumir el concepto de pureza al ámbito exclusivo de lo sexual.
Nada más grave e iniciador también de grandes tragedias.

Porque la pureza, quizás, deba entenderse y especialmente vivirse desde la entrega hacia el otro, desde lo que soy capaz de dar -la vida propia en primer lugar- y lo que me guardo para mí mismo.
-Qué teoría económica en estos tiempos confusos de ampulosas explicaciones: las cosas son verdaderamente mías y las poseo verdaderamente en tanto las entrego, las doy a los demás y no me hago esclavo de ellas...el hermanito de Asís lo sabía bien-

Por eso, la Palabra de hoy puede parecer dura por la contundencia del Maestro respecto de la actitud de los fariseos -actitud que no queda circunscripta a los tiempos de su predicación, pues fariseos ha habido a través de todas las épocas y llegan hasta hoy-; sin embargo, es una Palabra de aliento y esperanza.

Nuestro corazón es un vidrio a través del cual se trasluce la luz de Dios... Y ese vidrio ha de estar limpio, bien pulido y transparente.
Tan difícil no ha de ser el camino de la pureza.

Nuestro Dios es ante todo un Padre que es Amor.
Nuestro Dios se hizo uno de nosotros, cree en nosotros y nos busca sin descanso, ofreciéndonos a cada instante su afecto y su amistad incondicional.)

Paz y Bien

Fiel hasta el fin


Para el día de hoy (29/08/09):
Evangelio según San Marcos 6, 17-29

Martirio de Juan el Bautista

(La Palabra hoy nos hace conmemorar la muerte del Bautista.

Sabemos que Herodes era un rey muy poderoso y prepotente en su Galilea, y que tal poder desmedido era sostenido por las fuerzas de ocupación imperiales de Roma.
Era un lacayo del César.
Pero Herodes sabía en su corazón que Juan era un hombre justo y santo, y lo protegía.
Sin embargo, Juan había sabido ser fiel a su vocación profética, de anunciar la cercanía de Dios y de denunciar a voz en cuello todo lo opuesto a Dios... Y todo lo opuesto a Dios es aquello que vá en contra de la vida.

Juan, justo y santo, manso y bravo, fiel hasta el fin, se había vuelto muy peligroso para los poderosos.
El pueblo lo escuchaba de manera creciente, cada vez le prestaba más atención; hacer que las almas se vuelvan a Dios y a su justicia preocupa enormemente a los poderosos.

El relato de la Palabra nos dice que Juan es víctima de la prepotencia y la corrupción de Herodes; el Bautista es ejecutado sin un proceso legal que le dé posibilidades de defenderse, la causa aparente es el odio de la esposa ilegítima de Herodes y de la promesa de éste a un baile sensual realizado en el banquete de su cumpleaños, promesa hecha a la bailarina -hija de Herodías- y delante de los potentados de Galilea.

Hay que hacer silencio interior y dejar que la Palabra cale hondo en nosotros...

Juan atrae sobre sí la rabia y el odio del poder.
La imagen de por sí es de puro horror y maldad: se decide sobre la muerte de un hombre bueno en una fiesta.
Los poderosos celebran banquetes de muerte, fiestas para satisfacer a unos pocos y hambrear de muerte a muchos, pues consideran en poder en propio beneficio y propiedad y no como servicio al prójimo.
Es una lógica de acumulación demoníaca.

Aun así, Juan ha permanecido fiel hasta el final, terrible de desprecio y violencia...y en soledad.
Pero Dios estaba con Él y lo sostenía.
Y el que vendría después de él, tendría la voz definitiva.

Quiera el Altísimo sostenernos en lealtad y fidelidad frente a las pruebas, y a no temer a los poderosos.
Dios con nosotros, ahora y siempre)

Paz y Bien

Nuestras lámparas

Para el día de hoy (28/08/09):
Evangelio según San Mateo 25, 1-13

(El Maestro siempre ha buscado ejemplos sencillos, de la vida cotidiana para enseñar el camino del Reino de los Cielos.
En los tiempos de su caminar por Israel, el aceite era un elemento indispensable tanto para cocinar como para encender las lámparas de las casas.
Por lo indispensable, quedarse sin el mismo trasluce una negligencia rayana en el desprecio y la torpeza.
Quedarse sin aceite implica no cocinar -no comer- y permanecer en la oscuridad.

Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos, pero el mismo señalaría estar atentos a cuando el nivel de aceite en la lámpara disminuye, y aprovisionarse de ese combustible para tener disponibilidad suficiente en caso de necesidad: no vaya a ser que venga la noche y nos quedemos a oscuras.

Ese mismo sentido común, quizás, debería aplicarse a las cosas de Dios.
Estar atentos y preparados, especialmente a los detalles que nos parecen menores, pues hasta en ese mínimo gesto del aceite y la lámpara está el llamado del Padre Bueno.
-No vaya a ser que nos quedemos en penumbras y no podamos hacer nuestra la fiesta del Reino-)

Paz y Bien

Previsiones

Para el día de hoy (27/08/09):
Evangelio según San Mateo 24, 42-51

(La comodidad y la pasividad son nefastas para la vida en el Espíritu.

Jesús es fuerza y dinamismo, es el movimiento de ir hacia Dios que se refleja en salir de nosotros mismos e ir hacia el hermano.

No podemos quedarnos quietos.

Seguir los pasos del Maestro tiene un aspecto fundamental: el estar alerta, el tomar previsiones vitales.
Es claro que somos seres temporales, limitados y frágiles, y ello significa que no ha de planificarse el cuando uno devolverá la vida que se le ha sido prestada y rendirá cuentas de los frutos que obtuvo...Porque esa rendición de cuentas puede ser en el momento menos pensado.

Pero también dentro de esas previsiones -imprescindibles- quizás debamos considerar el estar alertas a lo que hoy, ahora mismo nos pasa.

No vaya a ser que nos sintamos conformes en cierto tipo de soberbia encubierta que se traduce en mentirnos de haber alcanzado todo, de saberlo todo, de que se nos muera la capacidad de asombro.

Si no nos volvemos como niños, nos asegura nuestro hermano y Señor, no hay entrada posible a ese Reino de los Cielos que viene creciendo en silencio y como mínima semilla en la tierra de nuestras almas.)

Paz y Bien

Lápidas andantes

Para el día de hoy (25/08/09):
Evangelio según San Mateo 23, 27-32

(La exterioridad, lo aparente, es ley en nuestro mundo.
El ethos fundante es parecer antes que ser.

Lo mundano se muestra como bello, necesario y perenne por fuera, pero en realidad esconde lo horroroso, lo fútil y lo perecedero.
Desde el corazón humano, se trata de exhibir semblantes de santidad que sólo esconden maldad en grado sumo.

Por eso la dura invectiva del Maestro: -¡Sepulcros blanqueados!-

Hay numerosas lápidas andantes, de un blanco prístino a simple vista, pero que en su interior conducen a un sólo destino: muerte y corrupción.

Hemos de andar con cuidado.
Grave sería que primara en nosotros el qué dirán, las máscaras que inventamos para acomodarnos antes que un interior que es visto por el Altísimo, donde reside el ser que en verdad somos.

Por eso Jesús nos insiste a menudo con estar atentos a nuestra justicia.
No se trata de una cuestión tribunalicia; antes bien, se trata de ajustarse a la voluntad de Dios, de permitir que crezca y dé frutos abundantes la semilla que llevamos del Reino de los Cielos.

Quiera el Espíritu del Resucitado sostenernos en este camino de transformar/nos, de cambiar esta gran necrópolis en la que se ha convertido el mundo en un floreciente trigal en donde la Vida sea abundante y palpable, presente y no representada.
Amén)

Paz y Bien

Medios y fines, ser y parecer


Para el día de hoy (25/08/09):
Evangelio según San Mateo 23, 23-26

(El Reino de los Cielos -que vá creciendo aquí y ahora, en tu interior y el mío, en nuestros corazones- no admite medias tintas.

Hay que definirse.

Definirnos si nos sometemos a determinadas normativas y cánones legalistas, haciéndolos fines en sí mismos, o bien son un medio y un trampolín hacia la liberación.

Definirnos si queremos absolutizar lo que es medio antes que buscar junto con el prójimo la solidaridad, la justicia la fraternidad.

Definirnos si cooptamos con la soberbia de creernos mejores y aptos para el Reino por los méritos personales antes que por la Infinita Misericordia de nustro Padre común.

Definirnos si por debajo de una apariencia de pulcritud y limpieza, hay kilómetros de basuras de mezquindad, egoísmo y codicia.

Definirnos si queremos ser verdaderamente hijos de Dios y vivir como tales, desde el silencio y el servicio, por puro Amor que se nos ha dado, desde adentro hacia afuera, entregando al otro la vida que se nos ha concedido, antes que parecer límpidos integrantes de un grupo elitista, para unos pocos, que excluye a muchos.

Dios nos auxilie a barrer nuestro patio interior)

Paz y Bien

La higuera


Para el día de hoy (24/08/09):
Evangelio según San Juan 1, 45-51

(Hacía poco tiempo que Jesús le había dicho a Felipe -Sígueme-.
Y Felipe lo siguió.
Y Felipe se entusiasma tanto, que no puede contenerse y corre al encuentro de su amigo Natanael -o Bartolomé, según una antigua tradición-.
Y le avisa que por fin -¡por fin!- ha encontrado a quien el pueblo esperaba desde hace tanto tiempo, y de quien Moisés y los profetas venían desde hace siglos anunciando su llegada...
¿Acaso no hay mejor regalo a un amigo que llevarle una buena noticia que colme sus esperanzas?

Sin embargo, Natanael replica entre escéptico y desconfiado: -¿Acaso puede salir algo bueno de Nazareth?-

Felipe no se arredra ante la duda, y le dice con palabras y corazón de amigo: -Ven y verás-

Natanael, con la mochila de la desconfianza al hombro, vá. Y Jesús, sin mediar presentación formal ni saludo, se poner a hablar de las virtudes del amigo de Felipe.
Estupefacto, Natanael atina a preguntarle al Maestro: -¿De dónde me conoces?-
-Antes que Felipe te llamara, yo ya te había visto debajo de la higuera-

Y con la escoba del amor impulsado por el Espíritu, Natanael barre sus dudas y escepticismos: -¡Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Dios de Israel!...

Probablemente, cada uno de nosotros tengamos una higuera en donde nos resguardemos del sol, nos retiremos a pensar o a orar, o simplemente sea el refugio que tengamos para huir de este mundo.

Así las cosas, aunque pretendamos ocultarnos, la mirada afectuosa y de amor ilimitado del Altísimo está sobre nosotros, buscándonos y esperándonos siempre.

Y no hay que temer: el Padre Bueno siempre tiene cerca algún Felipe que venga y nos haga reaccionar, para reconocer a Jesús como Señor y Maestro, para que reine en nuestras vidas)

Paz y Bien

Sinceramente

Para el día de hoy (23/08/09):
Evangelio según San Juan 6, 60-69

(Sinceramente, Señor, tu Palabra se nos hace muy dura, fácil de oir pero imposible de escuchar...

Sinceramente, Señor, nos aferramos a palabras vacuas que distraen pero que no molestan, a palabras que entretienen pero dispersan, a palabras que son dichas para esconder la verdad

Sinceramente, Señor, preferimos aferrarnos a sucedáneos de felicidad envasada -en cigarrillos, botellas, pastillas- espléndidos para el momento, para pasar el rato, pero sin destino

Sinceramente, Señor, nos hemos acostumbrado al mal; se nos hace cosa normal la opresión, el destrato, el niño hambriento, el desempleado, el abuelo abandonado a su suerte, la violencia... Nos acostumbramos -y con eso prestamos conformidad- a todo lo que es ajeno a tu Reino

Sinceramente, Señor, buscamos esquivarte e irnos de tu lado pues solemos creer que todo lo podemos, y no nos damos cuenta que hasta el más fuerte es frágil y quebradizo

Sinceramente, Señor, preferimos oir palabras, palabras, palabras, y escapar de continuo, de nosotros mismos, del hermano, de vos...

Sin embargo, Señor, ¿A quién iremos?
Sinceramente, permítenos afirmar con Pedro:
-Tú tienes palabras de Vida Eterna; y nosotros creemos y sabemos que eres el Santo de Dios-)

Paz y Bien

Hermanos y servidores

Para el día de hoy (22/08/09):
Evangelio según San Mateo 23, 1-12

(Así como hay que salir en busca del otro, del prójimo cercano y lejano, es primordial también salir del encierro y mirar/se.

Mirarse para ver si uno dice mucho y hace poco.
Mirarse para ver si uno -conscientemente o nó- carga pesos insoportables sobre los hombros de los demás.
Mirarse para ver si a pesar de egoísmos y miserias varias, uno tenazmente permanece junto a Jesús, por amor y porque saber que sus palabras son Palabra de Vida Eterna.
Mirarse para poder verse como es uno realmente y así, poder ver al otro.

Sólo viéndonos a nosotros mismos tal cual somos, con nuestras luces y sombras podremos ver al otro al cual es, con sus propios destellos y sus propias oscuridades, y desde allí edificar la fraternidad.

Un Padre común nos convoca a todos por igual sin distinción, hasta tal punto de hacerse uno de nosotros y morir por todos.
El Dios del Universo se ha hecho servidor de todos... y no podemos tratar de ser menos.)

Paz y Bien

Imposición y disposición

Para el día de hoy (21/08/09):
Evangelio según San Mateo 22, 34-40

(Para los saduceos y fariseos, el cumplimiento tanto de los mandamientos así como de las numerosas normativas religiosas y sociales eran una imposición de cumplimiento primordial y obligatorio para todo Israel.

Pero cuando se anteponen normas a la relación con Dios, todo queda torcido y adulterado, y ya no hay Alianza sagrada, sino simplemente asociación de unos pocos y constricción y cerco de muchos.

Y el Maestro es el Mesías esperado por siglos, pero lo que les y nos enseña es maravillosamente inesperado.

-¡Ay con este Señor, hermano nuestro, que viene a trastocar todo!-

Porque dice para confusión y espanto de los poderosos, que la Ley se resume y subordina a un sólo mandamiento con dos aspectos indisolubles: -Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo...-

Por eso, el amor no ha de tener limitaciones -con todo tu corazón, alma y espíritu-
Ya no se trata del cumplimiento de un precepto o una norma, sino de la disposición del alma que responde con amor al Amor que antes le brinda un Padre bondadoso e incansable en el cuidado y búsqueda de la plenitud de sus hijas e hijos.

Y el Maestro no se queda ahí, alabado sea Dios.

Él nos ha enseñado que Dios es Amor, donación perpetua de Vida, Gratuidad y generosidad sin importar los méritos de sus hijas e hijos queridos. Por ello, esa disposición no revela una "obligación" para con el Padre, o una deuda a pagar...
Es respuesta al Altísimo que siempre se mueve primero que nosotros en nuestra búsqueda -que de puro ingenuos solemos creernos que lo buscamos-.

Y este Jesús, carpintero y humano como cada uno de nosotros, Señor de la Historia y del Universo, planta la raíz fundamental de la existencia: la exigencia se enraiza en el otro.

Ya no hablamos de individuos... El "como a tí mismo" hace que el otro sea como yo, un igual y más, un hermano pues tenemos un Padre común.
El amor al prójimo ha de ser consecuencia de conocer el infinito afecto y amor que el Padre común nos tiene y que se traduce en salir de sí mismo e ir al otro, tal cual es, con luces y sombras.

No es del todo errado imaginarnos por un momento : yo soy el otro.

Y ese prójimo -que igualmente se denomina por esas cosas del idioma próximo- no nos habla de cercanía física, sino más bien de cercanía de almas.
El prójimo será entonces cercano y lejano.

Confieso que estoy saturado de intrincados e inteligentísimos estudios sociopolíticos.

La verdadera revolución es el amor, pues es cosa de aquí y ahora.
Como el Reino de los Cielos)

Paz y Bien

La invitación

Para el día de hoy (20/08/09):
Evangelio según San Mateo 22, 1-14

(Dios ha invitado personalmente a selectas personas a un gran banquete.
Está todo listo, la mejor de las comidas, el vino que alegra, la música que hace bailar la vida.
Pero los invitados seleccionados no hicieron caso, despreciaron la invitación y se dedicaron a cosas más prosaicas, que consideraron más importantes.

Por eso, el Padre encargó a su Hijo Jesús -nuestro hermano y Señor- cursar nuevas invitaciones.
Y éstas fueron entregadas a muchas gentes.
A tantas personas, que toda la humanidad está invitada, buenos y malos, grandes y pequeños.

A la gran fiesta de la Vida estamos todos invitados, sin distinción de ninguna clase ni por ningún tipo de mérito o cercanía, sólo por afecto y Gracia de un Padre que nos quiere sin límites.

Y como sucede en algunas fiestas, en la invitación se solicita el tipo de vestimenta acorde a la celebración que deben llevar los invitados.

A nosotros -y nos ha llegado a cada uno una invitación a nombre nuestro- se nos pide que nos vistamos de una sola manera...

Al gran banquete de la Vida se va con un corazón revestido de caridad...)

Paz y Bien

Confesión


Ante los niños de la calle, pequeños perdidos y desamparados, esclavos del hambre, las drogas, la prostitución y el abandono, ruego con desesperación:

-Señor, apiadate de ellos... Dios, te imploro no los abandones-

Y en mi torpeza y mezquindad, hay una respuesta -porque nunca, jamás las plegarias son desoídas-

-Quedate tranquilo... Nunca me olvido de mis hijos más pequeños, siempre estoy con ellos-
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-Para eso, te tengo a vos-

Un Dios injusto


Para el día de hoy (19/08/09):
Evangelio según San Mateo 19, 30-20,1-16

(Si las cosas del Reino de los Cielos fueran mensurables según la óptica humana, estaríamos en serios problemas.
Como les sucedió a los obreros de la viña en la Palabra de hoy, podemos quedar confundidos y enojados por la prodigalidad supuestamente injusta del Dueño de los viñedos.

Porque el Dueño de los viñedos puede disponer de sus bienes como mejor le parezca.

Por ello, para corazones legalistas y estrechos, el Dueño de la viña es injusto, pues no pagó más a quienes han trabajado más, no se detuvo en el valor de las obras realizadas ni en los méritos individuales de cada uno de ellos.

Nuestro Dios es el Dueño de la viña, y es maravillosamente injusto bajo esta mirada -y si pagara con justicia, no sé si nos corresponderían siquiera algunas moneditas-
¡Alabado sea Dios!

EL Maestro viene a recordarnos que esta supuesta injusticia significa Misericordia.
Su Padre -que es el nuestro- no se detiene en tu mérito, en el mío, en el nuestro...
El dá sin límites y por pura generosidad e infinito afecto hacia sus hijas e hijos, sin detenerse demasiado en medir méritos y dedicación.

Se trata de la Gracia que se nos dá sin medida a todos por igual, Gracia y Vida abundante y plena para todos sus hijas e hijos.

Dios es injusto. Alabado sea Dios.)

Paz y Bien

Entradas imposibles


Para el día de hoy (18/08/09):
Evangelio según San Mateo 19, 23-30

(Hay que comenzar a rumiar en silencio: el Reino de los Cielos está aquí y ahora, entre nosotros.
No se trata de algo futuro, al que se accederá -o nó- luego de la muerte, luego de nuestro paso por esta tierra, nada de eso.
El Reino de los Cielos tiene el color de un hoy permanente, y se trata de vivir lo que el Maestro nos enseña.
Por ello, la entrada a ese Reino -hoy mismo- le está vedada a los ricos; en realidad, es mas veraz decir que el rico se autoexcluye del Reino, pues ha puesto su confianza en sus posesiones, pues presta devoción al dios Dinero... ¿Dónde queda entonces la soberanía del Dios que nos ama, dónde queda entonces la vivencia de ese Padre que nos busca, dónde queda entonces el negarse a sí mismo, el dar y darse por los hermanos, dónde queda la comunión y la solidaridad?

Por ello Jesús es terminante: es más fácil el paso de un camello por el ojo de una aguja que la entrada de un rico a su Reino.
Y hemos de estar preocupados, pues la riqueza no se trata sólo de acumulación de posesiones y dinero: es una cuestión de corazón.
Nosotros también podemos ser ese rico imposibilitado de entrar al Reino de Jesús, aún sufriendo estrecheces económicas.

Cuando ponemos la confianza en las cosas y posesiones antes que en el Padre de todos, cuando nos guardamos todo para sí mismos, cuando no compartimos con los hermanos, especialmente los más humillados y necesitados....

Y comienza el círculo nefasto de creernos salvos por determinada pertenencia,o por efectuar actividades cultuales específicas.

El culto se pervierte y es blasfemo cuando no es expresión de una vida que se dá y que expresa a ese Jesús que ha muerto y resucitado por nosotros.

Se vislumbra con espanto que muy pero muy pocos podrán, entonces, entrar a su Reino.
Pero nos recuerda el Maestro que somos hijas e hijos de un Padre que es Misericordia, y que nada es imposible para Él.

Habrá que correr el riesgo de perder y abandonar las falsas seguridades y renegar de toda mezquindad... Y confiarse a los brazos de Aquel que nos ha salvado y que constantemente nos busca, sin importarle demasiado nuestros méritos, sino antes bien un corazón grande capaz de dejarse querer)

Paz y Bien

Ser hombres de oración...

Debemos ser hombres de Dios y,
para decirlo más sencillamente,
hombres de oración con el suficiente valor
para arrojarnos en ese misterio de silencio que se llama Dios
sin recibir aparentemente otra respuesta
que la fuerza de seguir creyendo,
esperando, amando y, por tanto, orando.
Karl Rahner, SJ

Ataduras


Para el día de hoy (17/08/09):
Evangelio según San Mateo 19, 16-22

(El joven, a pesar de todo lo que poseía, no estaba satisfecho... Le faltaba lo más importante, vida con Dios y en Dios.

Y como hacemos nosotros, se acerca a Jesús: -Maestro, qué debo hacer?-

El Señor, con inefable afecto y ternura, le dice que debe guardar los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no mientas, honra a tu padre y a tu madre y ama a tu prójimo como a ti mismo...

Profundo misterio: el joven estaba ansioso de Vida eterna, de vida en Dios, y el Maestro le plantea como camino vivir los mandamientos... Pero sólo le indica los mandamientos que se refieren a nuestras vidas junto al prójimo.

Y más aún: le dá una señal precisa para llegar a la perfección: -Si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en los cielos-

El joven se sentía firme y tranquilizado por la seguridad que le brindaban sus numerosas posesiones.
Y nosotros igual, y este mundo peor.

Estamos atados a la trampa del confort, del consumo, del materialismo y del egoísmo.

Y el Maestro nos llama a ser libres, a cortar esas ataduras.
A que la vida se la encuentra perdiéndola buscando el bien del otro, a que la Vida plena, abundante y Eterna tiene un sendero que corre por la vida del prójimo, especialmente de los más pobres.
Hacerse uno más entre los pobres, dándose por entero sin ataduras.
Como lo ha hecho Él con nosotros, Dios Todopoderoso y Eterno que se ha hecho uno de nosotros, pobre y trabajador, abriendo la puerta que jamás, por ningún motivo ha de cerrarse: la entrada a la Salvación.

El Reino de los Cielos vá creciendo en silencio en nuestro corazón, y llegará el momento de escucharlo y verlo... Será cuestión de no acallarlo llenándonos de cosas inútiles y aferrarnos a la seguridad del amor del Padre que jamás nos abandonará)

Paz y Bien

Signos sencillos para la Vida Eterna


Para el día de hoy (16/08/09):
Evangelio según San Juan 6, 51-59

(¡Alabado sea Dios!
Siendo el Todopoderoso, infinito y eterno, se ha hecho uno de nosotros, uno como nosotros.
No ha querido ser un Mesías revestido de poder y realeza humanas; antes bien, prefirió ser un frágil Niño en brazos de su Madre.
-Por eso mismo lo rechazaban y lo niegan... en los limitados términos humanos no cabe pensar en un Dios de manos callosas, en un Dios hermano del hombre que trabaja en silencio como carpintero-

¡Alabado sea Dios!
Porque para nuestra Salvación ha preferido signos sencillos y eficaces, comprensibles a nuestras mentes acotadas, cosas sencillas de la vida diaria.
El pan que es el sustento cotidiano.
El vino que impulsa a la alegría.

El Maestro se ha hecho algo tan simple como un pan... Pero un pan vivo, un Pan que colmará el hambre de vida eterna y plena de sus hermanas y hermanos, hombres y mujeres.
Y no le bastó, claro que no: Él se ha entregado en totalidad, hasta su sangre ha dado, sangre transformada en vino de la alegría perpetua.
No se reservó nada para sí, ha dado todo, su vida para nuestra Salvación.

Se alegran los pequeños, y el mundo queda confundido, atrapado en sus estructuras de orgullo y soberbia.

Y se alegrarán más los pequeños cuando el pan y el vino se comparten, y cuando nosotros mismos nos hacemos pan y vino para el hermano.
Fiesta en el cielo, milagro del compartir la vida que se nos ha dado, acción de gracias para toda la humanidad.)

Paz y Bien

Bendita como Madre, dichosa como mujer de fé

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María

Para el día de hoy (15/08/09):
Evangelio según San Lucas 1, 39-56

(La caridad, el amor -Dios mismo- implican movimiento, ir hacia, no quedarse en sí mismo.
Y María, una ignota muchachita judía elegida por el Altísimo para abrir las puertas de la Salvación de la humanidad como madre de su Hijo Jesús, no escapa a este impulso.

Inmediatamente luego del Anuncio del Ángel, sin demora y con prontitud se pone en marcha hacia una pequeña aldea de Judea, Ain Karim.
Se había enterado que su prima Isabel, de avanzada edad, por milagro de Dios se encontraba en su sexto mes de embarazo...Y no esperaba a un niño cualquiera, esperaba a Juan el Bautista.

María se pone en marcha, concreta disponibilidad, pues hay una urgente necesidad -Isabel- que requiere asistencia, socorro, ayuda...Y no vá sola, claro que nó: en su seno iba creciendo Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros.

Donde vá María, vá Jesús.

Las dos mujeres se encuentran, y se encuentran también Juan y Jesús, crecientes niños en los vientres de sus madres.
Juan salta de alegría en cuanto María ingresa al recinto en donde se encontraba Isabel.
Isabel queda llena del Espíritu Santo, Isabel no puede contenerse y explota de alegría:
"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu seno;
y, de dónde que la Madre de mi Señor venga a verme a mí?
Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo,
saltó de gozo el niño en mi seno...
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas
que le fueron dichas de parte del Señor!"

Isabel dá testimonio de María y de Dios.

La maternidad divina, hasta ese momento silenciosa, confidencial, se convierte en un hecho que se conoce, y al que se le expresa afecto, ternura y alabanza a Dios por ello.
Isabel en su alma colmada de alegría lo expresa con claridad:
María es bendita entre todas las mujeres, pues ese embarazo que cuidará contra todos los riesgos, traía la promesa de siglos, el Salvador soñado y esperado.
Y María es plena en su dicha, pues a la pregunta de Dios expresada en en Ángel, contesta con un Sí! cargado de amor y confianza.
Ese Sí! que cambiará la historia es producto de una mujer que ama y confía en Dios, y que es feliz en su presencia... De tal modo que es habitada por Él.

Y esa muchachita -ignota, despreciada como mujer, ignorada como pobre- cantará la Gloria de su Dios -que es el nuestro- porque sabe en su corazón que el Padre cumple sus promesas y tiene una dedicación y afecto especialísimos por los anawin, por los pequeños, por los pobres.

María, madre y mujer de fé, bendita y dichosa, canta con nosotros la Gloria de Aquél que ha decidido intervenir directamente en favor de sus hijas e hijos)

Paz y Bien




Una palabra sin compromiso


Queridos hermanos, que no vaya a ser falso
el servicio de ustedes desde la palabra de Dios.
Que es muy fácil ser servidores de la palabra sin molestar al mundo.
Una palabra muy espiritualista, una palabra sin compromiso con la historia,
una palabra que puede sonar en cualquier parte del mundo
porque no es de ninguna parte del mundo;
una palabra así no crea problemas, no origina conflictos.
Lo que origina los conflictos, las persecuciones,
lo que marca a la Iglesia auténtica
es cuando la palabra quemante, como la de los profetas,
anuncia al pueblo y denuncia:
las maravillas de Dios para que las crean y las adoren,
y los pecados de los hombres, que se oponen al reino de Dios,
para que lo arranquen de sus corazones,
de sus sociedades, de sus leyes,
de sus organismos que oprimen, que aprisionan,
que atropellan los derechos de Dios y de la humanidad.

Monseñor Oscar Arnulfo Romero
Arzobispo de San Salvador y mártir

La indisolubilidad del Amor


Para el día de hoy (14/08/09):
Evangelio según San Mateo 19, 3-12

(Cuando hablamos de matrimonio en determinados ámbitos, pueden encontrarse diferentes posturas: una, terminante, el matrimonio es indisoluble, y por tanto, quienes lo quiebran y buscan una nueva unión están en otra vereda; otra, el matrimonio es una costumbre o un acontecimiento social por el que tradicionalmente se debe pasar; también podemos encontrar aquella que le dá una importancia nula, ni siquiera simbólica.

Quizás por eso se hable tanto de la pareja -emparejar- o sea, igualar con un rasero dos almas diferentes antes que pensar en hacerse uno y compartir la vida.

Pero todo esto entra de las elucubraciones humanas que por tales, son limitadas.
Y el Maestro viene a invitarnos a mirar con los ojos de Dios.
Afirmamos desde la fé que Dios es Amor...
¿Porqué no empezar a revalorizar el matrimonio y rescatarlo del relativismo desde ese Amor que se nos ha dado?

El Amor es indisoluble porque es Dios mismo presente en quien ama... Quizás por ello Jesús nos hable de tal manera.

Debemos encontrar tiempo para el silencio y la rumia de la Palabra... Las normativas y cánones pueden ser muy importantes, pero un corazón que ama lo es aún más, pues se transforma en templo vivo de Dios.

Y aunque seamos tan frágiles que perdamos el rumbo, y esa palabra que dimos de amor para siempre en buenas y malas se quiebre y el don esponsal se pierda, y muchos busquen nuevas uniones, sigue habiendo una sóla puerta al Reino de los Cielos.

Un corazón que ama y que no vive para sí, sino para el otro)

Paz y Bien

Espacios de perdón, reconciliación y Misericordia


Para el día de hoy (13/08/09):
Evangelio según San Mateo 18, 21. 19,1

(El Padre de Jesús, nuestro padre, es Misericordia.
-si hubiera de poner en una balanza de justicia nuestras miserias, nuestros pecados, triste destino nos esperaría-
Pero ante todo, somos sus hijas e hijos y siempre espera con ansias nuestro regreso, suceda lo que suceda, hagamos lo que hagamos.

El Padre de Jesús, nuestro padre, tiene muy mala memoria.
-se olvida rápidamente de los pecados pasados de un corazón arrepentido-

Y nos pide, como hijos suyos, actuar como Él lo hace con nosotros.

Por eso nuestro hermano y Señor Jesús nos invita a crear en nuestra comunidad espacios de perdón y reconciliación, ámbitos de fraternidad donde los hermanos se perdonen y se reencuentren.
Es difícil, claro, es muy difícil... para nuestra restricta condición humana.
Pero no debe haber límites al perdón, pues tiene raiz en la Gracia que se nos ha dado.

Puede ser que la justicia comience por allí, por reconocer al otro -ofensor, agresor, el que nos lastima- también como hijo de nuestro Padre.

Y habrá alegría para los más pequeños, para los más pobres.
Desaparece la angustia -angostura- cuando abrimos espacios a la Misericordia.

El Padre Bueno ha dejado todo en nuestras manos)

Paz y Bien

Comunidad: reconciliación, oración y Presencia


Para el día de hoy (12/08/09):
Evangelio según San Mateo 18, 15-20

(La comunidad de fé es signo viviente del Reino de los Cielos.

El Reino de los Cielos, don y misterio del Padre, es expresión de su Misericordia infinita... y así debemos encarnarla en la vida diaria.
Por eso el Maestro nos enseña a tratar al hermano que se pierde con delicadeza y misericordia antes que con la justicia del Talión.

Hay fiesta en el cielo cada vez que vuelve a casa un hermano perdido -y ese hermano podemos ser cada uno de nosotros-

La comunidad ha de respirar misericordia a fin de proclamar la Vida.
Y aún cuando el que se extravía reniega del andar perdido y, por lo tanto, se autoexcluye de la comunidad, no queda excluído como hijo de un Padre que siempre, continuamente lo buscará.
Y cuando parece que no hay retorno posible, el Señor nos invita a orar con confianza: todo es posible en su Nombre.

Él está presente en medio nuestro, como uno más, cada vez que nos re - unamos en su Nombre.
Nada más nos hace falta)

Paz y Bien

Con ojos de niño


Para el día de hoy (11/08/09):
Evangelio según San Mateo 18, 1-5.10.12-14

(Mirar la vida con ojos de niño es nunca perder la capacidad de asombro, la facultad de sonreír sin mediar demasiadas elucubraciones, de confiar en el padre (¡Abbá!), de descubrir todo lo que recibimos como un regalo.

Y es preciso que detrás de esos ojos haya también un alma dispuesta a hacerse pequeña, dice el Maestro, que de tan pequeña se haga última en sus prioridades personales.

Y se haga niño con los niños, y pequeño con los más pequeños... Y no es cosa sólo de edad cronológica o psicológica.

Decirle al pequeño, al olvidado por el mundo -pero jamás por el Padre- con el testimonio de una vida que sólo aspira a servir: -Tu vida es importantísima, no importa qué cosas te hayan dicho-

Vidas únicas e irreemplazables a las que hay que salir en su rescate.
Como nuestro Dios, que nos ha rescatado de la muerte definitiva por la Pasión y Resurrección de su Hijo -nuestro hermano y Señor Jesús- que se hizo uno de nosotros comenzando siendo un frágil niño en brazos de su Madre)

Paz y Bien

Comodato


Para el día de hoy (10/08/09):
Evangelio según San Juan 12, 24-26

(Se dice que el comodato es aquel pacto o contrato mediante el cual una parte entrega a otra un bien de modo gratuito para su uso con la condición de la restitución del mismo una vez finalizado el mismo.
Y si bien es una figura comercial y/o social, es una buena metáfora para considerar nuestra existencia.

Se nos ha dado la vida gratuitamente, sin condicionamientos ni exclusiones, por puro amor de Padre y Creador.
Pero no nos pertenece; podremos hacer lo que se nos ocurra, con entera libertad -hasta la de perderla- pero habrá una devolución al verdadero dueño, al Dios de la Vida.

El Señor nos enseña: hay que ser como el grano de trigo, que cae de la espiga a tierra y muere para poder dar frutos abundantes, harinas santas que harán el pan de muchos.
Como el grano de trigo que no tiene significado en sí mismo pero lo adquiere cuando florece en miles de espigas nuevas, nosotros también...
Entonces, habrá que pedir morir.
Morirse de una buena vez a tantas mezquindades.
Morirse de una buena vez a tanto egoísmo.
Morirse de una buena vez a tanta sordera que oye y no escucha y a tanta ceguera que mira y no vé.
Morirse de una buena vez a vivir para sí mismo.

Puede que sea eso, nada más ni nada menos: que se nos ha cedido la vida, y nos hayamos olvidado que se nos ha dado para que a su vez la demos, la entreguemos renunciándonos.
La generosidad y la solidaridad son flores del Reino de los Cielos.)

Paz y Bien

Murmullos y murmuraciones


Para el día de hoy (09/08/09):
Evangelio según San Juan 6, 41-52

(Los fariseos y escribas murmuraban de Jesús.
Se habían cerrado obcecadamente en las falsas imágenes de Dios que construyeron para su conveniencia y tranquilidad.
No podían entender -corazones anquilosados- que el Mesías fuera también el hijo de José y María, un carpintero galileo que de pronto se descubre como Pan bajado del Cielo.
El dios que se habían inventado era bien lejano y distante, totalmente separado de las creaturas, glorioso e inaccesible: nunca podrían aceptar a Dios hecho uno de ellos.
Para colmo de males, Jesús se había vuelto peligroso... Saciaba el hambre de multitudes con una prodigalidad insospechada y milagrosa, e impulsaba a las gentes a descubrir el hambre importante, el que está más allá del sustento, el de la Vida plena y abundante. Y se llamaba a sí mismo Siervo de Dios.
El poder estaba amenazado, y por eso murmuraban.

El amor es una amenaza, ayer y hoy.
Y amar como el Maestro significa embarcarse por aguas muy peligrosas.

No entendían, y muchos no entienden (¿entendemos?) que el primer paso siempre lo ha dado Dios.
Nos ha creado y criado, y cuando nos perdimos, personalmente ha salido en nuestra búsqueda y en nuestro rescate.

Agobiados por el dolor y la tristeza, paralizados de miedo o intoxicados de las propias miserias que vamos descubriendo, aún antes de nuestros ruegos Él nos busca sin cesar, Él es el que nos atrae de la mano.
No es una generalidad, una teoría o una abstracción.
Te toma de la mano y te lleva a su mesa, que está preparada para muchos... Para todos.
Para que todos comamos y nos saciemos del hambre profundo que parece -a veces- insuperable como la muerte.
Sin embargo, hay más, mucho más todavía, porque en su mesa nos saciamos y aún queda mucho para los que no han llegado todavía.

Y mientras tanto, hemos de hacernos pan vivo para el hermano, desde nuestra pequeñez y desde el silencio.
Así como el Reino de Dios viene creciendo en nosotros como una pequeñísima semilla, así también hemos de hacernos pan en silencio, en ese murmullo que un día ha de convertirse en la voz fuerte del Maestro, que sólo hablará palabras de Vida y Libertad)

Paz y Bien




Montañas en movimiento


Para el día de hoy (08/08/09):
Evangelio según San Mateo 17, 14-20

(Se le acercó un hombre y, a sus pies, le rogaba que curara a su hijo; llega a Jesús porque los discípulos no habían podido curarlo.
El hijo, de acuerdo a lo que nos detalla la Palabra, sufría de epilepsia; y una patología tal en esos tiempos era considerada de origen perverso, de causa demoníaca.

El muchacho sufría por partida doble: la pesada carga del sufrimiento físico y psicológico y también el peso de la exclusión, dado que por ser considerado su estado consecuencia del obrar de Satanás, todos se alejaban de él.

Y tanto para los discípulos como para la gente allí reunida, el joven enfermo es el símbolo de todo aquello que es malo y que no puede subsanarse por las limitaciones propias de la capacidad humana.

Quizás, antes de seguir leyendo este pasaje del Evangelio, podemos presuponer que el Señor lo iba a curar sin más trámite.
Pero el Maestro nos sorprende por la contundencia de sus palabras.
Taxativo, acusa de la poca fé de los presentes, y en especial, de los discípulos -aún así, no deja al enfermo abandonado a su suerte...aún cuando escasea la fé, Él actúa-

Los discípulos no son capaces de entender -y probablemente, muchos de nosotros tampoco- el poder y el alcance ilimitado de la fé.
Porque como nos enseña el Maestro, desde la pequeñez de la fé contenida en un granito de mostaza se pueden poner montañas en movimiento.

Somos capaces de levantar descomunales montañas hechas de verdades supuestas, construímos ídolos con conveniencias y mezquindades de gran tonelaje, canonizamos rutinas que nos paralizan.

Habrá entonces que tomar algo de coraje.
Porque la fé que se nos ha regalado nunca es quietud, parálisis, limitación.
Este amor que se nos dona, esta fé que llevamos en nuestro peregrinar es movimiento perenne que jamás es circular y centrífugo, siempre es un ir hacia el hermano, ir hacia el Padre.

Habrá entonces que mover esas montañas que hemos levantado con nuestras miserias y que nos separan de los demás y del Altísimo.
Tan difícil no ha de ser.
Jesús viene empujando con nosotros)

Paz y Bien

El precio de tu vida

Para el día de hoy (07/08/09):
Evangelio según San Mateo 17, 24-28

(Este mundo valoriza la vida de cada persona de acuerdo a criterios preestablecidos: si uno muere, un seguro de vida dirá que la vida perdida vale una suma determinada de dinero; si uno es un asalariado, el salario que percibe expresa el valor adjudicado al trabajo, y por lo tanto, a su vida; si uno ha tenido la gracia de llegar a la vejez y percibir una pensión o jubilación, también se expresa el valor que el mundo dá a esas vidas mayores en dinero. Siempre predondera el dinero, y sobrepasa ampliamente los derechos y la vida misma.

Y a menudo, nosotros mismos nos acoplamos a una ratio similar: tanto uno tiene, tanto vale, tantos títulos obstenta tanto más subirá en la escala del valor, así como también la pertenencia a determinado ámbito nos valoriza más que a otros no pertenecientes.

Nos hemos olvidado que toda vida es valiosa, única e irreemplazable, pues todos -grandes y pequeños, justos y pecadores- somos hijas e hijos de Dios.

El Maestro viene a romper esas cadenas que oprimen y desprecian. Rompe la lógica del egoísmo, el individualismo y la mezquindad, porque los caminos del Reino de los Cielos suelen parecer una locura para estas razones malsanas.

Nos dice: -El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga-

Renunciar a sí mismo es morir.
Morir al egoísmo, morir a la mezquindad, morir al individualismo: es franquear esa barrera que levantamos buscando salvarnos solos, cuando la Salvación es comunitaria: cuando se arranca de cuajo la fraternidad, se reniega la condición de hijas e hijos de Dios de los demás.
Renunciar/se es no pensar en sí mismo, y sí en los demás -las madres saben bien de esto-.

La cruz era el método específico imperial romano para ejecutar a marginados y bandidos...
Cargar la propia cruz implica estar dispuesto a estar marginado por este mundo que considera normal y legítima la injusticia.
Cargar la propia cruz no es resignación, sumisión o fatalismo.
Tampoco es de inexorable exigencia divina.
Cargar la cruz es hacernos como Jesús, asumir libremente el dolor propio y el ajeno para poder anunciar la Buena Noticia: Dios es Padre! y por ello, todos los seres humanos son sus hijas e hijos, y como tal deben ser tratados y respetados.

Cuando se corre en la autopista infernal de las comodidades y el dinero, la vida se pierde invariablemente.

La vida propia cobra verdadero valor de eternidad cuando se entrega sin menoscabo, cuando se dona voluntariamente, cuando se siguen los pasos del Maestro, que no vino a ser servido sino a servir, especialmente a los más desamparados y pequeños.)

Paz y Bien

Desfiguración y Transfiguración


Para el día de hoy (06/08/09):
Evangelio según San Mateo 17, 1-9

(Señor, nos has llevado contigo a tu monte santo.
Fueron en su oportunidad Pedro, Santiago y Juan, y hoy te acompaña ella, él y yo, nosotros.
Y allí, frente a nuestros ojos, te has transfigurado.
Te nos mostraste resplandeciente, de un blanco increíble... Un hombre como nosotros que brilla y se muestra como nuestro Dios.
Y a tu lado se aparecen Moisés y Elías, y los tres conversan.
-La Ley y los Profetas hablaban de vos-

Como Pedro, somos habitados por una sensación increíble, y queremos que nunca se acabe.
Pero también anda cerca el miedo que paraliza; por eso, junto con Pedro, queremos quedarnos cerca tuyo pero no movernos y atrincherarnos cómodamente.

Frente a nosotros te transfiguras, y no hacemos más que intentos por desfigurarte.

Te desfiguramos cuando no te vemos como Señor y Salvador.
Te desfiguramos cuando no te vemos como hermano nuestro.
Te desfiguramos cuando no te vemos resplandecer en el rostro de los que amamos, y en otros rostros también.

Vivimos un sucedáneo de fé abundante en comodidades... Y rechazamos que el seguirte implica asumir el escándalo de la cruz, llevar voluntariamente en los hombros el dolor, la humillación y el sufrimiento que han de ser nuestros, especialmente si encarnamos el dolor del hermano.
Por eso con Pedro nos dá ganas de armar unas carpas y quedarnos allí, gratamente instalados y sin correr ningún riesgo.
Nos encerramos demasiado en nosotros mismos, y no vivimos y no te vivimos.

Por eso tiene que intervenir tu Padre -que es el nuestro también-:-Él es mi Hijo muy querido...¡Escúchenlo!-

Ojalá podamos, Maestro, transfigurar nuestras vidas y que resplandezca tu Gloria en nosotros, Vida plena y en abundancia, asumiendo con toda su carga el riesgo y la locura de la cruz, fuente de Vida y Resurrección para todos)

Paz y Bien

Amor de madre, fé profunda

Para el día de hoy (05/08/09):
Evangelio según San Mateo 15, 21-28

(Jesús se dirigía a los confines galileos, camino a las ciudades de Tiro y Sidón.
Iba poniendo distancia de ese Israel elegido que tan a menudo lo rechazaba.
Y sale a su encuentro una persona, excluída de tres modos:
Excluída por ser mujer -no tenían gravitación social en su época-.
Excluída por ser de la tierra de Canaán -tenían fama de idólatras los cananeos, a tal punto de ser llamados con total desprecio "perros" por los israelitas.
Excluída por no pertenecer al pueblo elegido.

Y es una mujer que es ante todo una madre que sufre: nos cuenta la Palabra que su hija estaba atormentada por un demonio.
Esa madre ama de tal manera, que la enfermedad de su hija la asume como propia.
Por eso le dirá a Jesús -Ten compasión de mí- en vez del lógico -ten compasión de mi hija- y también -¡Señor, ayúdame!- en lugar del esperado -¡Señor, ayúdala!-
Es una madre que ama, y cuando se ama nunca es demasiado.

Así como es tres veces excluída, tres veces llamará al Maestro -Señor-, y por tres veces le rogará: gritando detrás de Él, postrada a sus pies y dialogando con Él.
El amor es tenaz y persistente.

Los discípulos interceden por ella ante Jesús: pero no es cuestión caritativa, le piden que haga algo por ella, así deja de molestar.

En un primer momento, Jesús calla. Luego la aguijonea para que reaccione, dándole la respuesta esperada, ortodoxa y oficial: que el Mesías había venido para salvar al pueblo de Israel... Sin embargo quita el manto de demonización que pesaba sobre los extranjeros, especialmente sobre los cananeos, y los llama perritos o cachorros.

Y la mujer, a sus pies, no deja de confiar y le responde con un corazón floreciente de humildad, reconociendo el lugar en que su mundo la había ubicado.

El Maestro cede y concede: el amor es tenaz y persistente, y la hija de la cananea se cura al instante.

Así se nos vuelve el corazón a veces.
Obramos no por caridad, sino para quitarnos las molestias de encima.
Nos creemos con cierta preponderancia a milagros y a la Salvación según sea nuestra pertenencia, cuando la Gracia es dada a cada hija e hijo de Dios, es decir, a toda la humanidad.

Habrá pues que asumir como propio el dolor ajeno.
Habrá pues que reconocer el obrar del Espíritu hasta en los sitios y personas más impensadas.
Y habrá que orar más, con amor, con tenacidad, con persistencia, con humildad.
Aunque a veces nos parezca que nadie nos contesta, siempre el Dios de la Vida nos está escuchando, y, tarde o temprano, se concede aquello por lo que rogamos.
Y mucho más también, porque la Vida y todo lo que le es afín se nos dá en abundancia, mucho más incluso que por lo puntualmente pedido.

Sobreabunda la Gracia que se nos regala: es sólo cuestión ponerse a sus pies y darse cuenta.)

Paz y Bien

Padre Obispo Enrique Angelelli, a 33 años de su martirio

Un 4 de agosto de 1976, el padre Obispo Enrique Angelelli tuvo su Pasión al igual que su Maestro Jesús, hermano y Señor nuestro.

El crimen al día de hoy ha quedado impune, y a menudo se habla poco de este hermano nuestro mártir, pues parece que para los medios vende más lo escandaloso, lo efímero, lo falaz.

Pero nuestro hermano Obispo sigue vivo junto al Padre Bueno, Padre nuestro y Padre de todos y más que nunca, intercediendo y defendiendo los derechos de los hermanos más humildes, de los explotados, de los despreciados, de los ignorados en los que veía el rostro de ese Cristo que tanto amaba.

Desde este mínimo sitio, mi oración y mi recuerdo... Un recuerdo que no remite sólo al ayer, sino que tiene mucho del hoy, como el Maestro, presente y vivo.
Paz y Bien
Ricardo

Una mano siempre extendida

Para el día de hoy (04/08/09):
Evangelio según San Mateo 14, 22-36

(Jesús los había mandado a cruzar a la otra orilla.
Pero mientras lo hacían, la barca de los discípulos cimbreaba sacudida por vientos contrarios y alejada de la costa segura.

En la madrugada, cuando la noche aún estaba cerrada a la claridad del sol, Jesús vá caminando hacia ellos sobre las aguas.

Y se asustaron, y desbordados de temor se ponen a gritar.
-Tranquilos, Soy yo, no tengan miedo- los calma el Maestro.

Entonces Pedro, con un pié en la duda y otro en el temor, le pide que si de veras es Él, lo haga ir a su encuentro caminando sobre las aguas.

Y Pedro camina como su Señor, pero vacila... El miedo es muy fuerte a veces.
-¡Señor, sálvame!- suplica el pescador, y Jesús le tiende su mano, mientras le reprocha su poca fé.

Mi barca también se sacude y agita, y temo y tiemblo cuando me alejo de la costa de mis falsas seguridades.
Pero el Señor siempre viene en mi auxilio, y puedo caminar sobre las aguas turbulentas en las que suelo sumergirme.
Sin embargo, no me alcanza y el miedo puede más, y desespero y suplico -¡Señor, salvame!-

Y Él, aún cuando debe reprochar mi falta de fé, no me suelta la mano.

Su mano bondadosa está siempre extendida para la Salvación, para no caer, para estar en pié e ir hacia Él.)

Paz y Bien

Denles ustedes de comer


Para el día de hoy (03/08/09):

Evangelio según San Mateo 14, 13-21

(Herodes había celebrado un banquete de corrupción y muerte: Jesús se había enterado del martirio de Juan el Bautista.

Seguramente estaba profundamente conmovido, por ello la Palabra nos cuenta que se subió a una barca pues quería retirarse a un sitio tranquilo y apartado -el dolor y la tristeza nos imponen silencio y reflexión-.

Pero la gente lo seguía por tierra desde los pueblos: una multitud siguiendo a la pequeña barca que transportaba a Jesús.

Aún cuando el Maestro necesitaba estar solo, no se concede un segundo de descanso... Lo mueve su infinita compasión por todos aquellos agobiados, enfermos, desesperados.
Allí mismo se pone a curarlos, deja todo de lado por aquellos que lo necesitan, no vacila ni un instante en socorrer a los desvalidos.

Parece que eran muchos; se hacía tarde y los discípulos le encarecen que los mande de vuelta -era un lugar despoblado- para que puedan comprarse algo de comer.

-Denles ustedes de comer- dice el Maestro, pues las cosas del Reino de los Cielos suelen correr por andariveles distintos a los de nuestras practicidades.

Los discípulos siguen aferrados a sus esquemas mezquinos, pues ¿cómo darle de comer a tantos, si sólo tenían a mano cinco panes y dos pescados, producto de la entrega desinteresada de un niño?

-Denles ustedes de comer- vuelve a insistir el Maestro, pues no se trata sólo de una lógica escasa que debe ser superada, sino también de desprenderse de lo que se tiene y compartir, por poco que parezca - al fin y al cabo, cinco panes y dos pescados eran almuerzo de pobre-

-Denles ustedes de comer- nos dice ahora mismo el Señor

El hambre, la ignominiosa falta de sustento acosa a miles y oramos para que esto no vuelva a suceder. Y no está mal, pero resuena la voz del Maestro:

-Denles ustedes de comer-, y Él hace milagros cuando decidimos compartir/nos, dar/nos.

Herodes y sus herederos actuales siguen empeñados en celebrar banquetes de muerte.
Jesús nos invita a todos al gran ágape de la vida, a la gran cena feliz y permanente de la humanidad.

-Habrá que preguntarse de cuántos panes y de cuántos pescados estamos dispuestos a desprendernos para que los hermanos no pasen hambre, para satisfacer el sustento de la vida y para saciar las ansias de plenitud y eternidad de tantos-)

Paz y Bien

De los signos de Dios al Dios de los signos


Para el día de hoy (02/08/09):
Evangelio según San Juan 6, 24-35

( La multitud sigue a Jesús: busca más pan, tiene un hambre profunda.
Se dan cuenta que no ha subido a la barca con los discípulos, y no entienden como ha llegado a Cafarnaúm.
Han visto el milagro de panes y pescados multiplicados, pero tampoco entienden.
Miran lo que sucede, lo coyuntural, lo eventual pero no ven lo más profundo, el signo del Dios de la Vida.

Y siguen así, sin entender nada... pero siguen.
Hay un hambre que aguijonea, y no sólo de estómagos vacilantes.

Buscaban un signo maravilloso, algo espectacular que les revelase al Dios de sus padres, al Dios de Moisés, de Abraham, de Jacob.

Pero irrumpe en el desconcierto el diálogo que mantienen con el Maestro, y cambia radicalmente su postura.
Ya no le piden un signo.
Ahora le ruegan que les dé siempre de ese pan; sus almas imploran que Jesús los alimente de su misma Vida.
Hacen, como sus antepasados, un camino de desierto.
La ruta, de hito en hito, de señal en señal, de signo en signo de Dios los vá llevando a la tierra prometida.
Ya no quieren más signos... Llegaron a los umbrales del Dios que manda sus signos para que ninguno se pierda.
Los signos de Dios buscados se transforman en el Dios de los signos encontrado.

La multitud descripta en la Palabra somos todos y cada uno de nosotros.
Habrá que buscar los signos para llegar al Señor de esos signos.
Habrá que dar signos de Vida, que a ningún hermano lo aguijonee la ignominia de la falta de sustento, para que todos puedan llegar al Pan que no perece.

Quiera el Espíritu mantenernos hambrientos de Él siempre, saboreando de antemano la saciedad plena de nuestras almas vacilantes)

Paz y Bien

Corrupción y muerte

Para el día de hoy (01/08/09):

Evangelio según San Mateo 14, 1-12

(Corrupción, desde su raíz latina, son remite a aquello que rompe o destruye.
Así era el ambiente de la corte herodiana.
El rey Herodes jura darle lo que pidiese a su sobrina delante de los invitados a una fiesta de cumpleaños, sea lo que fuere.
El Bautista había sido encarcelado por un caprichoso pedido expreso de su cuñada.
Piden su cabeza en una bandeja, exigen su muerte en público.
Deciden la muerte de un inocente; nos dice la Palabra que aunque Herodes sentía cierto resquemor, no quería quedar mal frente a la promesa hecha y frente a los convidados.

Así es la corrupción de ayer y de hoy.
Sólo significa e implica muerte.
En primer lugar, cae el inocente... Pero implica también la muerte en vida del corrupto, pues ha quebrado y destruído su alma, su ser hecho a imagen y semejanza del Altísimo, su posibilidad de ser templo vivo de Dios.

La corrupción suele verse ornada de impunidad y obscenidad, y es una afrenta al Dios de la Vida que sólo quiere el bien para todos sus hijos e hijas... inclusive también para el corrupto, pues busca sin descanso su conversión.

Hemos de andar con pié firme y con arraigo en el Espíritu del Resucitado para no caer en la tentación de la corrupción, pero especialmente para buscar la conversión de sistemas y hombres corruptos al Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre Nuestro.

Es paso fundamental en nuestro peregrinar por este mundo, en el que estamos de paso, y por el que vamos llevando en vasijas de barro el infinito tesoro del Reino de los Cielos)

Paz y Bien

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