Fiel hasta el fin


Para el día de hoy (29/08/09):
Evangelio según San Marcos 6, 17-29

Martirio de Juan el Bautista

(La Palabra hoy nos hace conmemorar la muerte del Bautista.

Sabemos que Herodes era un rey muy poderoso y prepotente en su Galilea, y que tal poder desmedido era sostenido por las fuerzas de ocupación imperiales de Roma.
Era un lacayo del César.
Pero Herodes sabía en su corazón que Juan era un hombre justo y santo, y lo protegía.
Sin embargo, Juan había sabido ser fiel a su vocación profética, de anunciar la cercanía de Dios y de denunciar a voz en cuello todo lo opuesto a Dios... Y todo lo opuesto a Dios es aquello que vá en contra de la vida.

Juan, justo y santo, manso y bravo, fiel hasta el fin, se había vuelto muy peligroso para los poderosos.
El pueblo lo escuchaba de manera creciente, cada vez le prestaba más atención; hacer que las almas se vuelvan a Dios y a su justicia preocupa enormemente a los poderosos.

El relato de la Palabra nos dice que Juan es víctima de la prepotencia y la corrupción de Herodes; el Bautista es ejecutado sin un proceso legal que le dé posibilidades de defenderse, la causa aparente es el odio de la esposa ilegítima de Herodes y de la promesa de éste a un baile sensual realizado en el banquete de su cumpleaños, promesa hecha a la bailarina -hija de Herodías- y delante de los potentados de Galilea.

Hay que hacer silencio interior y dejar que la Palabra cale hondo en nosotros...

Juan atrae sobre sí la rabia y el odio del poder.
La imagen de por sí es de puro horror y maldad: se decide sobre la muerte de un hombre bueno en una fiesta.
Los poderosos celebran banquetes de muerte, fiestas para satisfacer a unos pocos y hambrear de muerte a muchos, pues consideran en poder en propio beneficio y propiedad y no como servicio al prójimo.
Es una lógica de acumulación demoníaca.

Aun así, Juan ha permanecido fiel hasta el final, terrible de desprecio y violencia...y en soledad.
Pero Dios estaba con Él y lo sostenía.
Y el que vendría después de él, tendría la voz definitiva.

Quiera el Altísimo sostenernos en lealtad y fidelidad frente a las pruebas, y a no temer a los poderosos.
Dios con nosotros, ahora y siempre)

Paz y Bien

2 comentarios:

Augusto dijo...

Se que pasó mucho tiempo... pero rumiando esto...
"Ellos te declararán la guerra, pero no podrán vencerte", dice Yavé (Jer 1,19). Pueden decapitar al profeta; pueden crucificar al Mesías; pueden arrojar a los leones, quemar en la hoguera, perseguir, censurar, exiliar, prohibir, torturar o asesinar al discípulo... Pero no pueden matar el Mensaje, no pueden callar el testimonio, no pueden vencer a Aquel que envía aunque caigan sobre el enviado.
Que abracemos nuestra vocación profética. La suerte de Juan se decidió en una fiesta. Cuántas fiestas del poder de hoy vemos día a día en revistas, cuantas sonrisas de abundancia, corrupción y excesos mientras muchos sufren pobreza y exclusión. Que tengamos el valor de decir (tomando prestadas palabras de Benedetti): "Seré curioso
señor ministro
de qué se rie?

aquí en la calle
sus guardias matan
y los que mueren
son gente humilde

y los que quedan
llorando de rabia
seguro piensan
en el desquite

allá en la celda
sus hombres hacen
sufrir al hombre
y eso no sirve

después de todo
usté´ es el palo
mayor de un barco
que se va a pique

seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe."

Poder decirlo, aunque pidan nuestra cabeza, como a Juan, como a tantos, en bandeja de plata. Amen.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Amén, querido Augusto... Aunque nos atenace el miedo, no hay que callar... Ni las palabras ni omitir el obrar que edifica el Reino del Resucitado, casa para todos. Un abrazo grande. Paz y Bien. Ricardo

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