Hermanos y servidores

Para el día de hoy (22/08/09):
Evangelio según San Mateo 23, 1-12

(Así como hay que salir en busca del otro, del prójimo cercano y lejano, es primordial también salir del encierro y mirar/se.

Mirarse para ver si uno dice mucho y hace poco.
Mirarse para ver si uno -conscientemente o nó- carga pesos insoportables sobre los hombros de los demás.
Mirarse para ver si a pesar de egoísmos y miserias varias, uno tenazmente permanece junto a Jesús, por amor y porque saber que sus palabras son Palabra de Vida Eterna.
Mirarse para poder verse como es uno realmente y así, poder ver al otro.

Sólo viéndonos a nosotros mismos tal cual somos, con nuestras luces y sombras podremos ver al otro al cual es, con sus propios destellos y sus propias oscuridades, y desde allí edificar la fraternidad.

Un Padre común nos convoca a todos por igual sin distinción, hasta tal punto de hacerse uno de nosotros y morir por todos.
El Dios del Universo se ha hecho servidor de todos... y no podemos tratar de ser menos.)

Paz y Bien

2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Una de mis grandes preocupaciones, por la Gracia de DIOS, es conocerme. Creo y pienso que sin saber cómo soy, poco puedo avanzar en crecer como persona y acercarme a lo que JESÚS quiere que haga. Desde el conocimiento propio es de donde puedo avanzar hacia un perfeccionamiento más del hombre nuevo y abandonar al viejo.
Por eso dedico gran importancia al conocimiento de saber quien soy:
salvadormisvivenciaseinquietudes.blogspot.com/search/label/la%20autotraici%C3%B3n
Por la Gracia del SEÑOR voy venciendo mis torpezas, mis imperfecciones, mis debilidades, mis sombras, a través de irme viendo lo pequeño e imperfecto que soy; lo, todavía, hombre viejo que queda en mí y la necesidad de, acompañado por JESÚS en el ESPÍRITU, mantener la esperanza de despojarme totalmente del hombre viejo y nacer al nuevo según el ESPÍRITU de DIOS.
Un fuerta abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por tus profundas palabras, hermano; no hay imperativo mayor que el de la conersión y el de darnos cuenta que ésta debe ser constante, pues es el camino ascendente, el de la perfección, el del Maestro. Un abrazo fraterno en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

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