Desde el lugar del pobre

Para el día de hoy (08/11/09):
Evangelio según San Marcos 12, 38-44

(Dicen los estudiosos que gazofilacio se denominaba al sitio y dispositivo del Templo de Jerusalem en donde se depositaba la limosna y las ofrendas dinerarias.
Tenía la forma de un gran embudo metálico, de boca grande a fin de que ninguna moneda cayera afuera del tesoro del Templo. Lo recaudado en el Tesoro se destinaba, en primer lugar, al sostenimiento del culto y de los sacerdotes y el resto para socorrer a los más pobres -las viudas y los huérfanos- dado que no había en los tiempos de la predicación de Jesús ningún tipo de asistencia social para los más desprotegidos.
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Jesús enseña a la multitud; se expresa con una dureza y severidad inusitadas: hay que cuidarse de los profesionales de la religión de todos los tiempos, los que orientan a los fieles a la pura exterioridad del gesto vacuo, de liturgias sin corazón, que ordenan al pueblo someterse a sus normativas y cánones y pretenden interponerse por ante Dios, que obligan a hacer lo que dicen pero no hacen lo que dicen. Son los mismos que ansían la honra y el reconocimiento propio por parte de los otros -no la gloria y el reconocimiento de Dios-, que buscan primacías, títulos y prebendas, que pervierten el encuentro con el Altísimo fingiendo largas oraciones en las que no creen.
Sólo adoran sus ideas, posesiones y posiciones, con el agravante de saquear a los desprotegidos aprovechando la autoridad que esgrimen.
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El Maestro estaba sentado frente a la sala del Tesoro, en donde se encontraban los gazofilacios.
Es un observador agudo que conoce lo que en verdad sucede en los corazones de las gentes, y sabe con certeza el significado de los gestos exteriores.
Muchos ricos echaban en estos cepillos sumas importantes, con la consiguiente bulla que producían las monedas al caer. Tal vez muchos de ellos lo hacían con religiosidad genuina, pero tal vez muchos de ellos lo hacían también para que se viera cuánto estaban dando.

Y llega una viuda pobre, que echa en el embudo dos moneditas sin valor -dos pequeñas moneditas de cobre-.
Nadie ha advertido su presencia, su ofrenda ha pasado desapercibida.
Es una mujer, es pobre y ha echado dos moneditas:¿de qué sirve?¿A cuántos necesitados se podrán alimentar con dos insignificantes monedas? se preguntan sus discípulos...

Sólo el Señor lo advierte, sólo Él sa dá cuenta lo qye ha sucedido y les /nos dice a los discípulos que la voluntad de Dios no se ha expresado de manera genuina hasta la llegada de la pobre mujer, clara en su solidaridad y generosidad y acusadora silenciosa de la corrupción e idolatría de los profesionales religiosos, de los que explotan al pueblo en nombre de Dios.

Sólo ella ha sido verazmente religiosa, es decir, ha dado desde su corazón confiado y abandonado en las manos de Dios.
Sólo ella no ha buscado el reconocimiento ni el aplauso, ha actuado de manera humilde y silenciosa.
Sólo ella se preocupa verdaderamente de los necesitados, y considera que todo lo que tiene -lo que tenía para su sustento, esas mínimas monedas- puede necesitarlo alguien antes que ella misma: considera que esas moneditas no le pertenecen a ella si hay alguien que pasa necesidad.
Ella ha dado más que todos y mejor que todos, dice el Señor, y nos lo dice a nosotros hoy.

La expresión genuina de la voluntad del Padre la expresan los hijos desde la generosidad, la solidaridad y la fraternidad practicadas de manera humilde y silenciosa, pura cuestión de gratuidad y amor.

Y por eso la advertencia y la invitación a no estar tanto con los pobres, sino a vivir desde el lugar del pobre, haciéndose uno más despojándonos de todo aunque duela, no ejerciendo beneficencia con las sobras.

El Señor lo ha ratificado con su Pasión y su Resurrección)

Paz y Bien






8 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Es, llegado a este punto, cuando nos damos cuenta, o medimos, el lugar donde se haya mi conversión. ¿Estoy dispuesto a darlo todo, tal como lo quiere y exige el SEÑOR? ¿O simplemente doy hasta el punto de no comprometer mi situación, mi bienestar, mi comodidad, mis razones y mi camino?
¿Dónde me encuentro?
Debo de confesar que me salen los colores cuando entro en esta dinámica, pero, al mismo tiempo, me doy cuenta que nada puedo sin ÉL. Mi pequeñez y pobreza espiritual se hace patente, y la necesidad de pedirle que me transforme es más sensible, consciente y humilde. Por eso no me derrumbo y salgo corriendo, sino que espero pacientemente, porque en ÉL confío, a que se apiade de mí y me de la fortaleza, sabiduría y humildad de poder despojarme de todo lo que me contamina y separa de ÉL, para desnudo y libre de toda atadura poder darme y darlo todo como esa pobre viuda.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Lss Rutas de Angelica dijo...

¡¡¡Felíz día del Abrazo en Familia!!! Para todas esas personas
que ocupan un lugar muy especial
en mi corazón. ¡¡¡Mi gran familia bloggera!!! Disfruta este día en familia y recuerda la importancia de ser Familia Misionera ejemplo de la
Familia de Nazaret. Bendiciones infinitas y un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

He tenido la fortuna de ver la gran enseñanza en dos ocaciones como personas que piden limosna en extrema pobreza le da a otra en las mismas condicinones. Que gran lección para mis ojos. Un abrazo en Jesús.

Daniel Espinoza dijo...

El que ayuda hasta al que no lo merece, ese es Cristiano.

Gracias por el articulo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Salvador, de tan sencillo que es el camino de Jesús se nos hace tan complicado...por toda la carga que llevamos y no queremos dejar atrás.
Pero nada nos pertenece, y lo verdaderamente nuestro es lo que damos.
Dios te bendiga y te acreciente en santidad.
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

¡Muchas gracias Angélica! Gestos como el tuyo nos despiertan sonrisas dormidas por el trajín diario, y son signos ciertos de la alegría que nos trae el Espíritu de Jesús.
Que el Dios de la Vida colme de gracias a tí y a los tuyos.
Un abrazo fraterno
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Queoquina, me ha pasado lo mismo en varias oportunidades: a veces llego a la conclusión que la frágil estabilidad que aún mantiene este mundo tan ajeno a Dios se debe a la oración de muchos y a la solidaridad que en silencio ejercen los más pobres.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo fraterno
Paz y Bien
Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

SCJM, a menudo es mejor la certidumbre y la verdad en pocas palabras que extensos razonamientos, y eso queda explícito en tu maravilloso comentario; el agradecido en verdad soy yo.
Un abrazo fraterno en Cristo y María, llena de Gracia y consuelo.
Paz y Bien
Ricardo

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