Tragedia en El Salvador


Una terrible tragedia golpea a nuestra hermana El Salvador.
El paso del huracán Ida ha dejado un centenar de muertos, miles de familias sin hogar y varias decenas de desaparecidos.
Muchos de ellos sumaron el dolor de este desastre natural a la cruz de la pobreza que asola con dureza a muchos hermanos en nuestra Patria Grande.
Desde este sur del continente, uno mi oración por los fallecidos, por sus familias, por los socorristas y por todo el pueblo salvadoreño, e invito a toda alma generosa a sumarse.
Encomiendo especialmente visiten el blog Gaudiumlux de mi amigo y hermano Enrique Baregó, y dejen allí su testimonio de aliento, comunión y esperanza.
Que María de la Paz, patrona de El Salvador, acompañe nuestros hermanos en estas horas difíciles, y nos ayude a todos nosotros a entender que lo que le afecta a uno de nosotros, nos afecta a todos.
Muchas gracias
Paz y Bien
Ricardo

4 comentarios:

P. Enrique dijo...

Gracias hermano Ricardo, Dios le recompese este gesto y esta unión. Disculpe que no le había podido agradecer, pero es que he tenido la oportunidad de conseguir víveres y estar, aunque sea un momento, con los familiares de los seres que han perdido a sus familias. La cifra de Muertos puede aumentar porque es una buena cantidad la gente que no se encuentra, pero sólo los encontrados suman ya más de 130 muertos.
Gracias por este post, que nos hace echar más fuerzas, pues nosotros que hemos quedado, estamos llamados a ayudar con un granito de arena.

Que Dios lo bendiga a usted y familia. Gracias.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

No me lo agradezca, mi querido hermano. Estamos todos golpeados en este dolor, hemos de darnos cuenta de ello, y por eso debemos seguir orando sin desmayo. Actualizaré estos datos y agregaré también la dirección y el teléfono de la embajada de El Salvador aquí en Buenos Aires.
Siempre hay almas buenas, como la de la viuda pobre del Evangelio del domingo, que pueden tender su mano solidaria.
Que Dios lo bendiga y auxilie a su pueblo.
Un abrazo fraterno en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo

Anónimo dijo...

ricardo, yo elevo mis oraciones por las personas del Salvador, sé lo que es vivir un huracán, de hecho lo esperábamos fuerte aquí, nos preparamos y no pasó nada cuando supuestamente había tomado más fuerza,claro está que se desvió, de todas formas, no sentimos ni tantito aire, fue un huracán de lo más extraño. Me uno al dolor de los hermanos del Salvador.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Queoquina, me imagino lo terrible del caso y sabía que en tu tierra estaban alertas al paso del huracán -tengo entendido que por esa zona son habituales estos sucesos-. Seguiremos unidos al dolor y a la oración de muchos, y tratando de ejercer la solidaridad.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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