Diversos modos para un mismo llamado

Para el día de hoy (29/09/10):
Evangelio según San Juan 1, 47-51

(Los buscaba en sus barcas de pescadores.
Lo miraba a los ojos en su mesa de impuestos.
Los instaba a la conversión desde su inmenso perdón y lo seguían.
Los curaba y liberaba de toda dolencia, y se ponían en pié para caminar tras Él.
Otros, ya siendo convocados, a su vez invitan a otros, como Felipe a Natanael -¡Ven y verás!-

Los modos son diversos. Quizás sea también porque cada uno de nosotros tiene sus peculiaridades, su identidad intrínseca, y ese llamado es enteramente personal, único, irrepetible.

Él nos conoce en lo profundo de nuestras almas, con nuestras luces y nuestras sombras.
Aún así, insiste en que crezca lo valioso y nos despojemos de toda cizaña que inhiba al trigo de la Buena Noticia, yuyos malos que nos impiden ser pan.

Allí, en donde todo se resuelve y define, en la misma raíz de la existencia, es en donde podemos descubrir de qué forma Él nos ha convocado. Y en ese descubrimiento de sabernos personalmente elegidos, buscados, reconocidos y amados nace la alabanza y el compromiso.

Porque a no dudarlo: Él ha invitado a toda la humanidad, a toda mujer, a todo hombre.

Habrá pues que ser, a pesar de todas nuestras idas y vueltas, intentar permanecer fieles y sin dobleces. Eso que llamamos integridad.

Y desde nuestras higueras, volvernos Felipes para los hermanos que aún esperan la invitación a la vida nueva en Cristo)

Paz y Bien

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