Cordiales transparencias

Para el día de hoy (09/02/11):
Evangelio según San Marcos 7, 14-23

(Todo encuentra su raíz y su motivo allí, corazón adentro. Y el Maestro -con su mirada profunda que atraviesa cualquier apariencia- sabe bien que anida en cada alma, si palomas o serpientes.

La discusión con escribas y fariseos parece atemporal o -mejor dicho- con una constancia histórica que puede apabullarnos por la crudeza de su verdad. Porque en aquel entonces y en nuestro presente, se prefiere la re-presentación a la presentación veraz, la exterioridad formal a la profundidad interior, el rigorismo ritual antes que el culto verdadero que se expresa en compasión y misericordia.

En el egoísmo -yo primero y ante todo- y la soberbia -yo por encima de todos- radica la muerte del otro, el prójimo como objeto de consumo o placer, lo humano como mera variable económica, las hijas e hijos de Dios reducidos a estadísticas espúreas.

Sin embargo, en contraposición, nos acaricia la música de la Buena Ventura, la plenitud que permanece ofrecida por el Maestro.
Quizás porque el amor sea especialmente salir de sí mismo e ir al encuentro del otro, es clave de felicidad despojar al corazón para poder ver a Dios, la vida misma.

Un corazón limpio, un alma pura, transparenta esa imagen con la que todos, sin excepción, hemos sido creados: a imagen y semejanza del Dios que es Vida.
Como niños en los que se asoman los rasgos y los gestos de papás y mamás, así nosotros, y quiera el Espíritu acudir en nuestro auxilio para translucir que otra existencia es posible)

Paz y Bien


2 comentarios:

Edit dijo...

Tenemos la opción de elegir el bien en nuestro interior, y de ese modo ser testimonio de que el Amor lo vence todo.
Es un placer visitar cada mañana tu sitio, querido amigo. Aquí me encuentro cada día con el Espiritu, anidando en cada una de tus meditaciones.
Dios siga bendiciendo tu vida, y te colme de dones, por todo lo que nos das...
Saludos.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias a vos, Edit, por tus palabras. En realidad es mínimo, ínfimo, muy pequeño lo que yo pueda hacer (torpemente lo he descubierto hace poco).
Te confieso en que hay muchos días en que no sé que he escrito verdaderamente hasta que almas generosas como la tuya me lo señalan, y más aún: Dios es muy generoso al utilizar mis limitaciones y mis falencias -que se muestran por aquí- para que podamos encontrar ecos desde la Palabra.
Un abrazo grande para vos, y que el Espíritu te colme de alegría junto a los tuyos.
Paz y Bien
Ricardo

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