La urgencia de la alegría, el fin del miedo

Para el día de hoy (25/04/11):
Evangelio según San Mateo 28, 8-15

(Encerrados en las tumbas de nuestras comodidades y nuestra rutina, en la angostura de los nichos del miedo, nos hace falta de nuevo su voz, voz fuerte que nos despierte y nos haga salir de las oquedades de esas muertes cotidianas, y nos encienda nuestras existencias apagadas.

Porque cuando los sepulcros dejan de ser hogar, la alegría se hace presente. Y es una alegría urgente, que nos ponen prisas, que nos moviliza, que necesariamente se comparte y comunica.

Señales de auxilio para los hermanos sumidos en la tristeza y el desconsuelo, como hermanos del Resucitado anunciamos el nuevo día en medio de tanta noche desde la compasión, la solidaridad y con los pequeños gestos de cortesía y preocupación por el otro.

Quizás se trate de volverse más humanos...tal vez la Resurrección de Jesús -como hecho fundamental de la historia- sea precisamente que el Maestro se ha hecho radicalmente humano, y en su humanidad a revelado y asumido una existencia plena y que no tiene fin para todos.

El Resucitado, vivo y presente aquí y ahora entre nosotros, nos anima y alienta la alegría, nos espanta los miedos y nos dice que no hay más imposibles, que es el fin del no se puede)

Paz y Bien

2 comentarios:

Edit dijo...

El nos trae la alegría, espanta nuestro miedo y nos asegura que nada es imposible.
Me quedo con estas palabras...
Cariños.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Edit, amiga y hermana entrañable, Jesús está vivo ¿qué podemos temer, qué obstáculos se nos harán insuperables?
Todo lo podemos porque Él, hoy mismo, vá con nosotros.
Abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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