En la búsqueda del hambre y la sed

Para el día de hoy (11/05/11):
Evangelio según San Juan 6, 35-40

(Hablar en estos términos puede resultar chocante y molesto, máxime cuando a tantos de nuestros hermanos el pan de cada día se les niega, y el agua potable les parece una ilusión.

Sin embargo, es preciso volverse corazón adentro, allí en donde nacen las plegarias más auténticas, y volver a suplicar que el hambre y la sed más profundas se nos hagan imperiosas, dolorosas, intolerables.

El auge del consumo y nuestra tendencia a la comodidad nos postran en un sopor en el que el Maestro no ha de encontrarse a gusto, seguramente.
Aún así, Él no quiere que ninguno se le pierda ni se le desvanezca en los barros mundanos, en el destrato del no me importa, en la esclavitud de las cosas, en la opresión de vidas satisfechas.

Él colma y sobreabunda las necesidades humanas más raigales, aquellas que no pueden silenciarse, esas que no pueden esconderse así se utilice el sucedáneo más perfeccionado.

Por eso es válido suplicar por un nuevo hambre y una nueva sed, por decidirnos a vidas realmente inquietas, rebeldes de toda resignación, insumisos a toda injusticia, para vivir en este presente, ahora mismo, la vida del Resucitado, nuestro propio renacer actual a la eternidad)

Paz y Bien

2 comentarios:

♥Alicia dijo...

Hola Ricardo en mis oraciones siempre pido:
Al que tiene hambre, Señor dale de comer.
y al que tiene para comer
dale hambre de justicia.

Que el Espíritu Santo nos mantenga despiertos y disponibles al hermano que sufre.

Un abrazo.
Dios te bendiga!

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Me sumo a tu súplica: a no quedarnos dormidos, y que tantos -tantos!- satisfechos comiencen a sentir esas urgencias que nos salvan.
Abrazo grande, Alicia
Paz y Bien
Ricardo

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