Urgencias misioneras



Para el día de hoy (07/07/11):
Evangelio según San Mateo 10, 7-15

(El Reino de Dios está cerca, y con esa premisa fundamental nos envía el Maestro.
Y ese envío, esa misión se nos vuelve urgencia cordial, necesidad del corazón, muy por delante de toda obligación.

A partir de allí es menester descubrir los rostros y las identidades misioneras, y reconocerlas sin ambages: el mandato de Jesús no exige funcionarios, especialistas, agentes de propaganda, militantes, profesionales de la fé. Antes bien, el llamado está dirigido a mujeres y hombres que llevan por uniforme la generosidad, por distintivo la solidaridad y que levantan humildemente banderas de compasión y misericordia.

Se trata de edificar la existencia, de reconstruir la vida, una vida verdaderamente humana, restaurando lo que se ha quebrantado, dignificando lo que se ha humillado, liberando a los hermanos de toda opresión.
El Reino de Dios está cerca, muy cerca, tan cerca que palpita en los corazones y nos impulsa junto a ese Cristo en quien creemos y por el que vivimos a rehacer una vida totalmente humanizada, tan plena como el más humano de todos, Él mismo resucitado.

Planificación y equipamiento pueden llegar a ser importantes, pero a la vez son secundarios: la raíz está definida por la gratuidad -Gracia!-, don y misterio de la ternura de un Dios que es un Padre que nos protege y una Madre que nos cuida y que se desvive por todas sus hijas e hijos desde la sencillez y la mansedumbre)

Paz y Bien

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