Un Dios imprudente

Para el día de hoy (06/12/11):
Evangelio según San Mateo 18, 12-14


(-¿Qué les parece?- dice hoy el Maestro, y es una invitación a involucrarse, a no ser un mero espectador.

En ese talante, es preciso ubicarse: allí en los montes, la tarea no es sencilla. Sendas escarpadas, quebradas traicioneras y precipicios mortales pueden hacer retroceder a más de uno. A ello, hay que añadirle el peligro siempre presente de ladrones y salteadores.
Cuando una pequeña oveja se pierde, la lógica y la prudencia mandan que no hay que arriesgarse con las otras noventa y nueve del rebaño. ¿Quién en sus cabales actuaría así, poniendo por delante de la mayoría el rescate de una insignificante oveja descarriada?

Pero así como en la vida, en la parábola el gran paso a dar implica ponerse en el lugar del otro, tomar el lugar del otro.
Aquí la pequeña oveja perdida sos vos, soy yo, eres tú, es ella, somos nosotros y quizás y muy especialmente, aquellos a los que el mundo ya ha condenado como negras ovejas irrecuperables.

La Buena Noticia es que nuestro Dios es un Dios imprudente, un Dios que se desvive por los suyos, un Dios para el que todos cuentan, un Dios capaz de hacer lo increíble para el rescate de los perdidos.

Es claro: quizás hace tiempo que no abundan en nuestros ambientes pastores con persistente perfume a ovejas. Pero no estamos exentos de esta tarea, pues es ajena a esta Buena Noticia toda pasividad y resignación.

Dios se hace hombre, se hace Niño, se hace uno de nosotros para que jamás se nos apague la esperanza y para que cada reencuentro sea motivo de alegría y celebración)

Paz y Bien

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