Derribos

Para el día de hoy (04/06/12):

Evangelio según San Marcos 12, 1-12

(El Dios de Jesús de Nazareth es un Dios que sobreabunda en paciencia y confianza.
Ha dejado esa vida que le pertenece en manos ajenas, tierra fértil de la que espera frutos porque, precisamente, es el destino de esa tierra que late el fructificar. Esa tierra cumple con la justicia cuando asoman los primeros brotes jóvenes.

La clave es que esa viña ha sido cedida en concesión amorosa, y muchos hemos tergiversado ello creyéndonos absolutos propietarios.
Ello es válido para la propia existencia, para la comunidad, para la Iglesia.

El Dueño de la viña continúa, sin vacilar, enviando mensajeros que despierten a esta tierra dormida, para volver a entrar en razones y corazones. Quizás el énfasis no esté en el reclamo de propiedad, sino en la justicia de sabernos huéspedes, arrendatarios menores de una heredad que no merecemos.

Si bien el Maestro en su momento dirigió esta parábola de los viñadores homicidas a los dirigentes/apropiadores del pueblo de Israel, la Palabra es Palabra de Vida y Palabra Viva que posee un significado en presente perpetuo.

No podemos seguir ignorando a los servidores que Dios sigue enviando para volver a andar por sendas de verdad; a muchos los hemos rechazado con soberbia, a otros tantos los hemos ignorado, a otros se los ha silenciado con brutal violencia.
A pesar de ello, muchas mujeres y hombres nos siguen recordando a diario nuestra condición, una condición maravillosa e increíble pues carecemos de mérito alguno para todo lo que se nos ha puesto en nuestras manos.

No hay mejor estrategia de derribos que seguir ignorando a Aquél que sostiene este hogar existencia que somos, el Hijo del Viñador que quiere hacernos saber de continuo que todos somos hijas e hijos muy queridos)

Paz y Bien

0 comentarios:

Publicar un comentario

ir arriba