Revelación materna, misión primera


Nuestra Señora del Valle

Para el día de hoy (13/04/13):  
Evangelio según San Juan 19, 25-27

(En aquella mañana de sol, río y bautismo, Juan -hombre del Espíritu y de mirada profunda- es capaz de descubrir por entre la multitud en ese Jesús de Nazareth que se acerca humilde y anónimo al Mesías de Israel, al Salvador esperado.
Juan el Bautista realiza una revelación mesiánica que inaugura los nuevos tiempos, los tiempos definitivos de la Salvación.

En aquella tarde de espanto y dolor, Jesús agoniza en la cruz, y contra toda lógica, el cadalso destella de luz, pues es signo del amor mayor. Ese Cristo que se muere también realiza una revelación, un deseo último de ese Hombre que está por morirse.
Él revela una nueva relación familiar, espiritual y por ello trascendente, entre esa mujer que lo ha llevado en su seno y el discípulo amado -todos y cada uno de nosotros-. Esa mujer se convierte en Madre de todos los discípulos que el Maestro ama por deseo de ese Hijo que es hermano y servidor, el Señor que ofrenda su Madre a la humanidad. Su Madre es la ofrenda, el don postrero.

El discípulo amado, desde ese momento, la recibe en su casa como Madre propia.

Por ello, la misión primera de los discípulos es hacerse hijos de María, la que sabe cantar con voz clara y fuerte en su confianza y alegría al Dios liberador, Dios fiel, Dios de los pobres, Dios que es misericordia)

Paz y Bien

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