Cuando el Reino llega




Para el día de hoy (11/10/13):  
Evangelio según San Lucas 11, 15-26



(Algunos por celos, otros por sentirse amenazados en su autoridad y su poder, todos ellos se encarnizaban del peor modo contra las acciones y signos que realizaba el Maestro, descalificando permanentemente su obrar -con términos crueles y abyectos- y también, como en este caso, atribuyéndole un origen maligno o demoníaco.
Justamente a Él, que tanto bien había realizado sin pedir ni exigir nada a cambio y sin discriminar entre las gentes. A Él no le importaba tanto que fuera tanto un justo o un pecador, un judío, un gentil o un pagano, sino que por esa compasión de su corazón sagrado sólo buscaba sanar y aliviar las penas de los dolientes.

A todas esas acciones de sanación, en el lenguaje semítico del siglo I, se las denominaba como expulsión de demonios. Como el mejor de los médicos, luchaba con todas sus fuerzas contra la causa de la enfermedad, pero jamás contra el enfermo. 
Y esa salud prodigada a manos llenas no es otra cosa que liberación, humanización plena.
Por ello, no es erróneo afirmar que cada vez que se rompen cadenas, se alivia el dolor, se sanan heridas y se ejerce el respeto humano acontece el Reino de Dios.

Porque el Reino llega cuando mujeres y hombres se vuelve servidores de los demás, florecen en compasión y sucede el milagro de la solidaridad, de mirar y ver, de no desviar la mirada escandalosa e inhumanamente hacia otro lado mientras tantas vidas son aplastadas.

Habrá que ver quienes son los atrevidos, aquellos que se animen a que el Reino llegue, hagan lo que hagan, digan lo que digan. Pues se trata de corazones pequeños pero a la vez fuertes, corazones nunca divididos que no es posible derribar, corazones robustecidos por la fuerza misma del Espíritu, ese amor que no se pierde ni se disipa)

Paz y Bien

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